Tuesday, April 7, 2015

Bullying



Casi todos hemos sido victimas del bullying. Existen algunas características en común que poseen las mayorías de las personas en el momento en que son acosados y es interesante saber esto porque las mismas nos pueden ayudar a protegernos de tales maltratos. El bullying esta mal sin importar las características de las personas pero al poder observar cuales personas pueden ser víctimas entonces los demás que logren conciencia ayuden a los mismos.

Usualmente las víctimas del bullying tienen son inseguros y tienen una conducta pasiva, por ende difícil que se defiendan de se agresor. Estos también están pasando por problemas de baja autoestima, ya que los agresores buscan a personas que hieran con facilidad. Por la misma razón es que se caracterizan por tener una personalidad sumisa y un alto nivel de ansiedad.  Los padres de las víctimas posiblemente son sobreprotectores o estos mismos son muy dependientes, lo que hace que se encuentren menos acostumbrados de defenderse por sí mismos. Las víctimas tienen la misma relación con su amistad y ya que no tienden a ser de los populares se les hace mas dificil hacer amigos.

Aquí tenemos un resumen de posibles métodos de intervención para ayudar a las víctimas de bullying.


De acuerdo con el anuario de psicología clínica consultado en internet, se encuentran datos bastantes interesantes acerca de la persona del agresor, sus principales características tanto personales como familiares y los procedimientos psicoterapéuticos con los cuales se ha de tratar a dicho sujeto, resumiendo las informaciones más importantes encontramos que el acosador escolar se identifica principalmente por la necesidad de tener el dominio sobre otro para sentirse poderoso y así ser reconocido, este carece de habilidades sociales y no muestra ningún tipo de capacidad de empatía, por regla general, es alguien que suele tener problemas de violencia en su propio hogar, no tiene capacidad de autocrítica y manipula a su antojo la realidad, personalidad irritable y agresiva, bajo autocontrol, ausencia de empatía, tendencia a las conductas violentas y amenazantes, impulsivo, su rendimiento académico suele ser bajo. en ocasiones es algo mayor que el resto de la clase por haber repetido uno o varios cursos, su comportamiento en el aula se caracteriza por las salidas de tono, las bromas fuera de lugar e incluso actitudes desafiantes frente a profesores y compañeros, es posible que pertenezca a una familia desestructurada, con antecedentes de violencia doméstica, físicamente fuerte, asume el rol de líder ante un grupo de alumnos de características psicológicas parecidas o que buscan reconocimiento e integración en el grupo, el agresor o acosador molesta a su víctima de distintas maneras, ante el silencio o la complicidad del resto de los compañeros. Es habitual que el conflicto empiece con burlas que se vuelven sistemáticas y que pueden derivar en golpes o agresiones físicas. 
En cuanto a la intervención afirma la licenciada Isabel Pérez en un artículo sobre el tema que:  “La intervención con el agresor/a va encaminada a manejar su  falta de control de impulsos, su ira, su hostilidad hacia los demás, así como su baja autoestima, sus dificultades sociales (Programas de Entrenamiento en Habilidades Sociales)  y de resolución de los problemas y posibles comportamientos antisociales (vandalismo, robo, consumo de alcohol….).”  Además entre otros muchos consejos del mismo artículo destaco los siguientes consejos para los padres del agresor: deben investigar el porqué acosa, hay que hablar con profesores, pedirles ayuda, se debe escuchar todas las críticas sobre tu hijo, acérquese más a los amigos de su hijo y observe que actividades realizan, hable con él y escuche lo que te tiene que decir, no culpe a los demás por la mala conducta de su hijo, canalice la conducta agresiva de su hijo hacia algún deporte de competición, por ejemplo, déjele claro lo que ocurrirá si el acoso continúa. Son elementos bastante importantes para tener como material de primera mano para intervenir en un fenómeno tan globalizado como el bullying.

Este fue hecho por la siguiente(bibliografía): Morán, C. (2006). Intervención cognitivo-conductual en el acoso escolar: un caso clinico de bullying. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud, 2 (2006) 51-56.

Friday, April 3, 2015

Ayuda altruista

Daniel Batson define una persona altruista como alguien quien ayuda sólo por el bienestar del otro sin que haya una recompensa clara.
Una ayuda de este tipo hicimos en una actividad durante nuestra clase de psicología social que consistía en salir al campus y al ver personas en apuros o con mala cara ayudarles, podía ser simplemente escucharles, brindarles una sonrisa, un abrazo, hasta algo material que pudieran necesitar y luego pedirles que siguieran la cadena de favores hacia otra persona más, lo hicimos con la mejor de las actitudes y todas las personas se mostraron amables y abiertas a la propuesta. Fue una actividad que pone en práctica una virtud extraordinaria que todo psicólogo debe poseer, la de ayudar, también sirvió como apertura al tema que se iba a tratar en clase y nos dio una visión más amplia de lo que es ayudar.

Wednesday, April 1, 2015

¿La disonancia cognitiva?


Antes que todo,  es importante saber que la disonancia solo se produce cuando las personas tienen libertad de elegir si desean llevar a cabo una conducta, ya que si somos obligados a hacer algo en contra de nuestra voluntad, esta no se verá presente. La disonancia cognitiva, como la conocemos en la psicología, es  la incomodidad que sentimos cuando mantenemos dos ideas contradictorias hacia algo, o cuando nuestras creencias no coinciden con lo que hacemos.

Normalmente cuando experimentamos esta incomodidad tratamos de hacer lo posible de evitar esta situación y de que con el paso del tiempo esta puede llegar a aumentar, o sea, intentamos reducir la disonancia cognitiva. Para reducirla podemos utilizar diferentes maneras como cambiar la conducta, añadir nuevos conocimientos o cambiar nuestras creencias. Comúnmente para reducirla, de las opciones ya dichas, utilizamos la de añadirle nuevas creencias o la de quitarle importancia para así eliminar ese sentimiento de incoherencia que sentimos al no realizar la actividad que queríamos hacer pero que al final no hicimos, ya que aunque cambiemos las creencias seguiremos manteniendo nuestro objetivo principal que es realizar la actividad.

Un ejemplo de esto sería cuando comenzamos  dieta y ya a los pocos días decidimos comer algo que va fuera de esta. Cuando estamos comiéndonoslo sabemos que estamos rompiendo la dieta y que no estamos llevando a cabo nuestro objetivo, lo cual nos hace sentir mal, pero decimos decirnos a nosotros mismos que “solo un día no nos afectara” o “no por esto dejare la dieta”, cosa que nos hace sentir mejor y que nos ayuda a reducir la disonancia cognitiva que sentimos.